miércoles, 22 de agosto de 2007

Escuchar un objetivo fundamental para el logro exitoso del
aprendizaje
¿Cuántas veces nos ha pasado que al estar hablando y al recibir la mirada de nuestro receptor, no logramos saber si realmente detrás de esta mirada existe realmente la atención y la comprensión de nuestro mensaje?
Escuchar es una habilidad lingüística que posee variadas dimensiones, desde distinguir sonidos hasta apreciar tanto placenteramente o no, lo que se está escuchando.
Cuando reaccionamos significativamente a lo escuchado, podemos decir, que estamos escuchando realmente.
Según el Dr. Tomatis, quien es el impulsor del Método Tomatis, el cual tiene como propósito mejorar la capacidad de escuchar y reducir problemas relacionados con este tema, mediante una terapia musical que permite desarrollar la facultad de seleccionar la información de los sonidos, percibiéndola de manera clara y ordenada; escuchar y oir son dos funciones diferentes que implican distintos mecanismos. Al oir, desarrollamos la percepción pasiva de los sonidos y al escuchar, realizamos un acto voluntario para la selección de la información de los sonidos.
Podemos decir que el desarrollo del escuchar y del lenguaje oral son habilidades que están muy relacionadas entre sí, porque antes de hablar el niño ha entrenado su oído para enfocar los sonidos del idioma de sus padres, éstas estructuras permiten que el niño las asimile y memorize, para luego, cuando sienta la necesidad de comunicarse, aprenderá a imitar el idioma.
El lenguaje oral debe estar muy bien establecido para comenzar el lenguaje escrito. Así también, saber escuchar es una cualidad altamente valorada en la sociedad, ya que permite obtener buenas relaciones tanto personales como sociales, (Beuchat, 1989).
En el ámbito del proceso enseñanza-aprendizaje, el saber escuchar cumple un rol fundamental, ya que permite que el niño aprenda modos de actuar y dirigirse a los demás, reconocer gestos y tonos de voz, significados de palabras dependiendo de la situación, lo cual, conlleva a una comprensión de la información que se le entrega, lo que es muy favorable para todas las áreas de aprendizaje.
Por lo tanto, somos los adultos y educadores quienes tenemos la misión de desarrollar en nuestros hijos y alumnos, el saber escuchar. Desde que son muy pequeños, debemos estimularlos a hablar, pero esto no significa apresurarlos en su proceso, ya que si bien, todos los niños pasan por las mismas etapas del desarrollo del lenguaje, cada uno avanza a un ritmo propio. También debemos acercarlos a la lectura, ya que la literatura es un aporte al desarrollo de la imaginación, del pensamiento, del lenguaje, entre otros aspectos.
Por ende, como educadores debemos desarrollar en los niños una actitud positiva frente al escuchar, a través del reforzamiento de hábitos de escucha, siendo buenos auditores de nuestros alumnos, generadores de situaciones que desarrollen el escuchar, creadores de climas que propicien la interacción entre los alumnos, dando pauta para establecer conversaciones libres, discusiones, motivando a los niños a tomar la palabra y expresarse frente a sus compañeros, así como también propiciar y valorar el silencio.
Dentro de los elementos que influyen positivamente en el proceso de desarrollo de escuchar, está la música, y los juegos verbales. Los niños al estar motivados con las canciones y versos infantiles, escuchan, aprenden y vocalizan, moldean su imagen y movimientos corporales, lo que lleva al logro de un lenguaje exitoso.
Los juegos verbales, que son los juegos de sonidos de las palabras a través de rimas, aliteraciones, adivinanzas y trabalenguas, permiten desarrollar el pensamiento, el lenguaje oral estimulando la percepción auditiva y conciencia fonológica y el lenguaje escrito, acercando a los niños a la lectura y escritura.
En conclusión, la adecuada estimulación del saber escuchar, desde el momento en que comienza el lenguaje, es decir, cuando el bebé reacciona ante los sonidos del ambiente, y propiciando el desarrollo de esta habilidad en todas sus formas, ya sea, atencional, analítica, apreciativo y marginal, es un excelente indicador de un desarrollo integral y exitoso en los niños.
Bibliografía
  • Cómo desarrollar el lenguaje en su hijo
  • Baeza, P y Solís, M.C., Desarrollo del Escuchar y del Lenguaje en NB1
  • Condemarín, M., Juegos Verbales
  • Paul Madaule, La música una invitación a escuchar

1 comentario:

isssitta dijo...

Muy bien, sólo olvidaste incluir experiencias personales.

Rescatas lo esencial de cada texto.

Saludos

iSa!